Sauce Grande

Fue clausurada la laguna Sauce Grande
La decisión la tomó la comuna de Monte Hermoso. Se juzgó que el complejo no reunía condiciones de seguridad mínimas ni ofrecía servicios turísticos básicos.
MONTE HERMOSO -- En el marco de un operativo encabezado por el asesor letrado de la Municipalidad de Monte Hermoso, Carlos Carriquiri, se efectuó ayer la clausura del complejo turístico Laguna Sauce Grande, debido a presuntos incumplimientos por parte del actual concesionario César Uriarte.
Además del abogado, en el mediodía de la víspera se hizo presente en el lugar personal de la secretaría de Inspección comunal, efectivos policiales y de Prefectura Naval, y una escribana pública.
Carriquiri expresó que la inspección --que culminó con la clausura-- se realizó a raíz de la protesta de "muchas personas que frecuentan la laguna Sauce Grande".
"En la inspección constatamos ciertas irregularidades. Por ejemplo, las lanchas de salvataje se encuentran a 200 metros del espejo de agua: una, en reparación; y la otra, que según el concesionario es de rescate, no poseía los carteles indicadores suficientes", reveló Carriquiri.
"Personal de Prefectura Naval de Bahía Blanca vino a supervisar las lanchas de salvataje y no pudo hacer un buen control por la distancia a la que estaban del agua", añadió.
El abogado también expresó que al momento de la inspección el concesionario no contaba con los libros de ingresos y egresos, así como el de matriculación de embarcaciones (que permite constatar si hay o no botes en el agua).
"Además, observamos que los baños del restaurante se encuentran en muy malas condiciones, no aptas para brindarle un buen servicio al turista. (Uriarte) tampoco presentó el seguro obligatorio que debe tener, si bien aseguró que lo posee", añadió Carriquiri.
El letrado mencionó que personal de la secretaría de Inspección constató el presunto estado de abandono de algunos sectores.
"Por ejemplo --dijo--, vimos cables de electricidad sueltos, luces del muelle que no funcionaban, lámparas rotas y focos faltantes. En definitiva, observamos una serie de irregularidades que no brindan seguridad integral al asistente".
"Por todas estas razones se decidió efectuar una clausura preventiva de las instalaciones, a los efectos de que se subsanen los inconvenientes descriptos", completó Carriquiri.
El abogado aclaró que en una inspección posterior se analizará cómo seguirá el caso, aunque remarcó que hoy por hoy no están dadas las condiciones de seguridad mínimas para permitir el ingreso de turistas.
"En forma paralela al procedimiento administrativo se ha intimado (a Uriarte) a que abone los cánones adeudados, porque el concesionario no ha hecho frente con los pagos que debe a la comuna", señaló Carriquiri.
Otras de las exigencias que se le harían a Uriarte, en los próximos días, es que cumpla con la ejecución de las obras que se comprometió a efectuar ante el área municipal de Obras Públicas.
En detalle
* Con una extensión de 2.900 hectáreas, la laguna Sauce Grande --quizá la más preciada "posesión" de Monte Hermoso después de sus playas-- fue concesionada en 1998 por 21 años y medio, a cambio de un cánon de 400 mil pesos.
* César Uriarte se hizo cargo de la concesión el 9 de septiembre de 1998.
* De inmediato se inició una serie de obras clave que, en un primer momento, fueron muy celebradas, ya que hasta ese momento la laguna --si bien tenía acceso libre y gratuito-- no contaba con guardavidas, servicio de confitería, vestuarios o alquiler de botes, y sólo contaba con dos sanitarios.
* Luego de que Uriarte se hizo cargo de la concesión, si bien se comenzó a cobrar entrada al predio, se amplió el sector de playa, se reparó e iluminó el muelle, fue habilitado un estacionamiento para automotores, se contrataron guardavidas, se sectorizó el sector de baño, se instalaron nuevos baños y 12 fogones premoldeados, y se remodeló la confitería.
* Durante la crisis económica de los años 2001 y 2002 comenzaron a escucharse las primeras críticas contra el complejo, debido a la súbita suspensión de obras y mejoras previstas.
* Por esos años ya circulaba la versión de que el concesionario no abonaba el cánon acordado con la comuna en tiempo y forma.