El faro Claromecó fascina al turismo

Desde su parte superior, a 54 metros de altura, se obtiene una hermosa vista del balneario. El mes pasado alrededor de 2.500 personas subieron los 278 escalones.
GERARDO MONFORTE
ENVIADO ESPECIAL
Además de ser guía de navegantes, el faro Claromecó se ha constituido en uno de los mayores atractivos para miles de turistas que cada verano visitan este balneario, ansiosos de subir los 278 escalones en forma de caracol y alcanzar los 54 metros de altura para disfrutar de una vista privilegiada de la costa y respirar el más puro aire de mar.
En enero, alrededor de 3 mil turistas conocieron esta estructura y su historia, mientras que durante el mes pasado se contabilizaron unos 2.500 visitantes, lo que totaliza una cantidad superior a la de otras temporadas veraniegas.
El suboficial primero de la Armada Argentina y encargado del faro, Tomás Tolaba, aseguró que estas torres --y en especial ésta-- despiertan un encanto singular en las personas, porque se encuentran emplazadas en un entorno natural de inigualables características.
Es necesario tener en cuenta, dijo, que varios faros del litoral marítimo argentino no se pueden visitar debido a que están situados en lugares de difícil acceso.
"También resultan atractivos para las personas por su bella estructura arquitectónica. Hay algunos faros que ya han superado los 100 años de funcionamiento y su estructura todavía se mantiene intacta", explicó.
"La mayoría de los visitantes valora el esfuerzo realizado por los constructores de estas torres, quienes en aquella época debieron superar varios escollos como las inclemencias climáticas", continuó.
Mencionó que a lo largo de la costa de nuestro país se erigen 13 faros similares al Claromecó que cuentan con personal, mientras que otros son automáticos.
Por otra parte --destacó--, muchas personas creen que actualmente la mayoría de los faros están fuera de servicio, pero en realidad funcionan como en sus orígenes y tienen la misma utilidad para los navegantes que en aquel entonces.
Indicó que todos los días, al momento de la puesta del sol, se encienden los faros de la costa argentina para que con sus destellos de luz orienten a los navegantes, ya sea para ingresar a un puerto o un río, llegar a una bahía o para que la nave encuentre su rumbo.
"Quince minutos después de la puesta del sol, el faro se enciende. La luz permanece encendida durante toda la noche hasta 15 minutos antes de que salga el sol, cuando el faro se apaga", aclaró.
"En caso de que se presente un día con niebla o lluvia, cuando no hay buena visibilidad, la luz de la torre se enciende antes y se apaga más tarde", continuó.
En tanto, expresó que cada mañana trabaja en el predio un equipo conformado por cinco personas, quienes se encargan de limpiar, pintar, reparar la mampostería y verificar diariamente que el sistema eléctrico del faro funcione correctamente, ya que éste no puede dejar de iluminar en ningún momento durante la noche.
GRISADO
Horarios.
Las visitas al faro Claromecó se realizan los días martes, jueves y sábados, en el horario de 8 a 12 y de 15 a 20, durante todo el año.
De qué se trata
* El faro se puso en funcionamiento el 20 de octubre de 1922 y está ubicado a unos 70 kilómetros de Tres Arroyos, próximo a la desembocadura del arroyo Claromecó.
* El exterior del faro está pintado en franjas blancas y negras distintivas para orientar a los capitanes de las embarcaciones durante el día. Puede haber dos torres con los mismos colores, pero no con igual cantidad de franjas.
* El alcance del haz lumínico del faro es de 25 millas náuticas (unos 48 kilómetros) en dirección hacia el mar, y la luz tarda 30 segundos en completar su giro.
* La torre fue construida con hormigón armado al igual que su escalera interior en forma de espiral, la cual posee una baranda metálica de protección. Mide 54 metros de altura y tiene 278 escalones.
* En la base del faro se halla un esqueleto de una ballena encontrada en esta zona.
* Cuando se inauguró el faro, su equipo luminoso era a gas; en la actualidad es alimentado por corriente eléctrica (220 volts) de red urbana. Además posee una lámpara de 1.000 watts y un equipo óptico concentrador de luz.
* El objetivo de la instalación en ese lugar fue evitar que las embarcaciones se aproximen a los bancos arenosos típicos de la zona, que tornan peligrosa la navegación costera.